miércoles, 7 de agosto de 2013

Rudolf Fent, el crononauta que nunca existió

Nueva York, a las once y media de la noche en una fecha indeterminada hacia junio del año 1950. Hace calor, la gente aprovecha la bonanza veraniega para pasear por las calles o disfrutar de una de las muchas atracciones de la ciudad de los rascacielos. Esta típica estampa americana se ve súbitamente alterada por un hecho insólito, algo fuera de lo común. Entre la multitud destaca un personaje extraño, con ropas elegantes pero anticuadas, como salido de un museo, alterado, distraído, impresionado por lo que estaba contemplando. Este hombre ni siquiera siente el inminente peligro de caminar entre los vehículos que circulan raudos por las calles cercanas a Times Square. Lo inevitable sucede, el hombre ausente muere en el acto, atropellado.
Hasta aquí, podría no ser más que la mediocre crónica de un suceso, por desgracia bastante habitual en algunos lugares. El fallecido parecería un loco para algunos o un borracho, alguien drogado o un excéntrico. La cosa no pasaría de ahí, se perdería en las páginas de los periódicos, eso sí, tras haber despertado el morbo de algunos lectores incluyendo detalles escabrosos, generalmente inventados inocentemente por los testigos. Pero este atropello era diferente, tan fuera de lo común que ha creado ríos de tinta durante medio siglo porque ¡el peatón distraído apareció de la nada! Esta es la historia de Rudolf Fenz, el crononauta más famoso de todos los conocidos, un relato de intriga, investigación y, por supuesto, ¡imaginación! Porque, a pesar de toda la tinta vertida durante años, este personaje nunca existió.
Poco después del trágico suceso, llegó la policía para realizar su ritual de costumbre, inspeccionando el cadáver, abriendo acta del caso, avisando al forense. Nada más contemplar al finado, vieron cosas que no encajaban y que presagiaban algo más que una muerte accidental. El, hasta entonces anónimo personaje, de unos treinta años de edad, yacía en el suelo vistiendo un largo abrigo negro, de tela gruesa poco apropiada para el caluroso verano, un chaleco inmaculadamente limpio y unos extraños zapatos puntiagudos con hebillas de metal. Si no fuera por lo trágico del asunto hubiera sido motivo de risas porque aquel “payaso” parecía salido de una fiesta de disfraces, sus ropas estaban sacadas de las brumas del tiempo pasado. Bueno, un loco excéntrico más que decide suicidarse entre los coches de la Gran Manzana. Todos pensaron eso, hasta que en el depósito de cadáveres se descubrió algo inquietante, el inusual contenido de los bolsillos. Billetes de banco muy antiguos, pero en perfecto estado, tarjetas de visita a nombre de Rudolf Fenz y una carta dirigida al mismo nombre con una dirección de Nueva York, fechada en 1876. Aquello comenzaba a tomar un feo aspecto, ¿Rudolf Fenz era el fallecido? ¿De dónde había salido? ¿Quién era este personaje? La policía intentó localizar a sus familiares buscando en todos los registros de la ciudad el nombre que aparecía en las tarjetas de visita.
Nadie con ese nombre vivía en la ciudad, no apareció ni rastro en la dirección indicada por la carta, ni en las guías telefónicas ni en los registros de los seguros médicos. Literalmente se puede decir que aquel hombre no existía, ningún rastro se encontró para saber algo más de él en Nueva York así que, desesperados, los investigadores recurrieron a inmigración. El nombre sonaba a algo germánico, ¿porqué no probar en Alemania? Tras la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes emigraron al Nuevo Mundo, ¿sería Rudolf Fenz uno de aquellos recién llegados? Tras patearse muchos archivos y gastar bastante dinero en llamadas a consulados y funcionarios de Alemania, Suecia y Austria, no se logró absolutamente nada. Milagrosamente, pocas semanas después del accidente, descubrieron el nombre de Rudolf Fenz Jr. en una añeja guía telefónica de 1939. ¿Sería esta una buena pista? Lamentablemente, al acudir a la dirección marcada por la guía de teléfonos, les informaron que había fallecido hacía tiempo con más de setenta años de edad. Posiblemente se tratara del padre o algún familiar del atropellado, pensaron con un destello de esperanza los sabuesos. A pesar de todo, la cuestión no avanzó nada, hasta que el tenaz funcionario Hubert V. Rihn, del Departamento de Personas Desaparecidas, localizó a la viuda de Fenz Jr. La declaración de ésta terminó por descolocar todo el caso. Según la viuda, el padre de su difunto marido había desaparecido sin dejar rastro allá por 1876, cuando salió a pasear y fumar un cigarrillo al anochecer, como solía hacer habitualmente. Nunca más se supo de él. Rihn revisó los archivos policiales del año 1876 para confirmar esa pista y lo que descubrió le puso muy nervioso. En un viejo informe aparecían los datos de la desaparición, tal y como la mujer la había relatado, pero había más. Una pequeña fotografía mostraba la figura del desaparecido, alguien idéntico al hombre atropellado en Times Square. A partir de aquí, la historia de Rudolf Fenz se convirtió en el caso de crononauta más “documentado”, la increíble odisea de alguien perdido en el tiempo que saltó más de setenta años en el futuro para aparecer en medio de Nueva York y morir atropellado por un automóvil, inaudita máquina para alguien del siglo XIX.
Impresionante ¿verdad? Lo sería si la historia fuera cierta, una lástima, resultó no ser más que un Hoax, curiosa palabra inglesa, que definiré más adelante y que agrupa los bulos, patrañas, cuentos y rumores que abundan por doquier. La historia de Rudolf Fenz fue repetida innumerables veces en muchos medios de comunicación, de diferentes formas, con fechas muy variadas, cambiando incluso el nombre del protagonista. Pero todas ellas daban por hecho que se trataba de una historia verídica, totalmente contrastada, con infinidad de datos muy concretos que “alguien” seguro que había investigado ya. Ese alguien nunca existió, hasta que llegó un intrépido londinense afincado en Madrid. Entonces todo se aclaró, el velo del misterio se rasgó y la farsa fue desmontada. Rudolf Fenz nunca existió, no hubo crononauta, sólo la imaginación de un mediocre escritor de ciencia ficción y los deseos ciegos de creer por parte de muchas generaciones de periodistas y lectores. El cazador de crononautas se llama Chris Aubeck y su implacable tenacidad sigue dando frutos.
Chris, interesado en el fantástico caso, dedicó varios meses a recopilar toda la información disponible sobre el mismo. Logró encontrar, sobre todo en Internet, hasta diez versiones diferentes entre sí, pero que conservaban el armazón fundamental de la historia. En el papel impreso la búsqueda no fue tan fructífera. Resultó que fuera de España el caso era casi desconocido, cuando por lógica debiera de ser en los Estados Unidos donde más información se podría localizar. Con un atropello, informe policial, fotografía del desaparecido en 1876, autopsia y otros mil detalles, ¿cómo era posible que el caso fuera tan poco conocido en tierras norteamericanas? Aubeck fue punzado por la intuición: posiblemente todo se trataba de un montaje. Sólo logró encontrar un artículo impreso en inglés, las demás referencias en ese idioma sobre el caso Fenz provenían de Internet. A partir de aquí comenzó la odisea de Chris para localizar la fuente original, cosa que no resultó nada fácil. Desde el libro de Joaquín Gómez Burón, Los Enigmas Pendientes, que vio la luz en 1979, fueron decenas las publicaciones españolas en las que se mostró el caso Fenz como algo indiscutiblemente real, con un montón de pruebas tras de sí, unas pruebas que nadie había visto jamás. Burón bebió de una fuente francesa, un libro de Jacques Bergier y Georges H. Gallet publicado en 1975. Poco a poco, tirando del hilo, Aubeck fue desmadejando el ovillo, libro tras libro, artículo tras artículo. Unos se basaban en otros y, de esa forma, seguramente se podría llegar a la fuente original. Como buen rumor que se precie de serlo, cuanto más atrás en el tiempo investigaba, más se enrarecía la cuestión. En unos casos los apellidos cambiaban, de Fenz a Fentz, de Rihn a Rihm. Esto se podía achacar a las traducciones. Pero es que, para más gracia, cada cual añadía pequeños aliños a su gusto, como la hora de aparición de Fenz en medio de la calle, testigos que hablaban del atropello y que decían que había aparecido de la nada o más datos sobre el sabueso Rihm y sus desvelos tras las esquivas pistas del crononauta. De España a Francia, de ahí a Italia, para continuar en Noruega. La cosa se ponía interesante, las fuentes saltaban de un país a otro como si se tratara de espías internacionales. La fuente original parecía encontrarse en un artículo publicado en los Estados Unidos para The Journal of Borderland Research, en la edición mayo/junio de 1972. Su autor, Vincent H. Gaddis relataba el caso en primera persona y además se atrevía a comentar el significado oculto del caso, anotando que su fuente inicial había sido el difunto Ralph M. Holland, de la revista Collier´s.
Para los redactores de Borderland Sciences, el salto en el tiempo protagonizado por Fentz, o Fenz si se prefiere, había sido cosa de la “cuarta dimensión” y, según les informó una médium, los extraterrestres, cómo no, andaban por el medio. Aubeck se propuso descubrir quién era Ralph M. Holland. Este norteamericano nació en 1899, estudió periodismo y escribió muchas historias de ciencia ficción que se publicaron en varias revistas, incluida una fundada por él mismo, The Science-Fiction Review. Era también un fantasioso “contactado” que bajo el seudónimo de Rolf Telano publicó varios libros en los que afirmaba relacionarse con un extraterrestre llamado Borealis. Sus tramas son delirantes, mezclando mitología pseudoufológica con relatos de la Atlántica o Lemuria. Con el caso Fentz, Holland y la Borderland intentaron atraer al público hacia sus fantasías sobre la cuarta dimensión, generando una leyenda perdurable. Aun así, Holland no fue el iniciador del caso, sino que éste se basó en una obra de ficción que un escritor más conocido llamado Jack Finney había publicado en 1951. Formando parte de un relato corto titulado Estoy asustado , la imaginaria historia de Rudolf Fentz, con casi todos sus detalles, surgió de la fantasiosa mente de Finney, nunca fue real. Este escritor, fallecido en 1995, no es un desconocido en el mundo de la ciencia ficción. Fue muy prolífico y su tema favorito era, como no podía ser menos, el viaje en el tiempo. La famosa película Invasión de los Ultracuerpos se basó en uno de sus cuentos cortos publicado en Collier´s en diciembre de 1954

  En internet se puede leer interesantes artículos sobre presuntos "viajeros del tiempo" o"crononautas" que es el termino mas aceptado para definirlos .Una de las hipótesis es la denominada 'Hipótesis Temporal' (HP)  que trata de explicar que nuestros descendientes puedan viajar al pasado como crononautas, pero que  al viajar al pasado se dan en otro plano temporal, me recuerda a la serie "Sliders" que viajaban hacia universos paralelos,aunque algunos que intentan dar explicacion al fenomeno OVNI dice que son maquinas del tiempo y los ocupantes serian nuestros descendientes.
Aunque estos presuntos crononautas son parte de mitos y leyendas urbanas,tratare algunos  en este articulo:

John Titor, ¿Un viajero del tiempo?

 John Titor es el nombre de un supuesto viajero en el tiempo procedente de 2036 que posteaba en algunos foros de Internet relacionados con la teoría del viaje en el tiempo. Estuvo escribiendo dichos mensajes durante los años 2000 y 2001, haciendo varias predicciones, algunas de ellas muy ambiguas, y aparentemente falsas. Eran profecías sobre eventos que ocurrirían en el futuro cercano, intentando así dar crédito a las afirmaciones sobre su procedencia. Al margen de que John Titor fuese o no un impostor, ha sido un personaje polémico en los foros sobre fenómenos paranormales en la web. 

La historia de John Titor

Los mensajes que dejó Titor afirman que era un soldado al cual se le asignó la misión de participar en un programa gubernamental de viajes en el tiempo. Supuestamente fue enviado desde 2036 hasta 1975 para conseguir un ordenador IBM 5100. Según él, esta máquina era necesaria para solventar el Efecto 2038, análogo al Efecto 2000, sufrido por los ordenadores con sistema operativo UNIX. Los mensajes hablan de varios acontecimientos que tendrían lugar entre 2000 y 2037, incluyendo la Tercera Guerra Mundial (en 2015), seguida de dos décadas de recuperación.
Otra conocida predicción fue la de que comenzaría una guerra civil en Estados Unidos en 2004, coincidiendo con las elecciones presidenciales, y continuaría hasta 2008, la cual, según Titor, “es una fecha en la cual toda la humanidad se dará cuenta que el mundo tal y como lo conocían había desaparecido.”

Maquina del tiempo por dentro


Cuando se le preguntó sobre la tecnología que hacía posible el viaje en el tiempo, respondió que él no era ingeniero. Sobre el uso de la máquina del tiempo para hacer algo paradójico (por ejemplo, matar a su abuelo), contestó que eso sólo afectaría a este universo, pero no al suyo. Lo cual implicaría que existen una gran cantidad de líneas temporales diferenciadas, de modo que no se puede elegir una concreta para viajar en el tiempo, pero sí se podría volver al origen fácilmente.

Historia de Ethan Titor

En Diciembre del año 2005 apareció otro crononauta llamado Ethan Titor, tiempo después diría que su verdadero nombre era Ethan Jensen. Tenía la misión de documentar nuestra historia y encontrar a John Titor, pues en su futuro (año 2118), John es una figura importante.

Al parecer John regresó a su época con el IBM 5100 sin embargo fue duramente juzgado por su gobierno por el hecho de detenerse en el año 2000 a divulgar información sin permiso. (También existe el rumor que fue a visitar a su antiguo instructor un tal Vates). John fue condenado a prisión, sin embargo alguien lo rescató de su celda usando la máquina del tiempo. Se cree que John fue escondido en algún lugar de 2004, por eso Ethan quería descubrir su paradero para ponerlo a salvo.

Ethan usa una tecnología más avanzada, una máquina temporal que a su vez es un medio de transporte geográfico, recuerda mucho a una pequeña aeronave. Durante su estancia, Ethan ha contestado a innumerables preguntas del Titor Club España; cuestiones sobre su gobierno, su misión, su persona, los deportes del futuro y los futuros acontecimientos, dejando de paso fotografías del proceso de viaje en el tiempo. Ethan es un cronohistoriador de nivel 2, o sea que se ocupa de la época contemporánea. Ethan estuvo entre nosotros hasta finales de 2006.

Curiosidad: Ethan anunció que tenía permiso para llevar con él a una persona al futuro, finalmente se decantó por su amigo alemán EH (E. Hanselmann). Fruto del delirio o de la tecnología Titor, varios de los miembros del Titor Club aseguraron haber sido visitados por Ethan mediante aparición súbita durante su último día en el siglo XXI.

Erik Hanselmann

Como es sabido, Ethan antes de marcharse seleccionó a una persona de esta época para que le acompañase al futuro, fue un tal Erik Hanselmann, un joven alemán que un mes más tarde regresó desde el año 2.123. Básicamente su historia es que ha vivido cinco años en el futuro formándose como cronohistoriador. Erik regresó solo nueve días para recoger cosas y llevar con él a su novia al futuro de forma permanente.

La entrevista la podeis encontrar en el Titor Club, concretamente aquí. Es una entrevista muy jugosa y que posee todos los condimentos necesarios para una comprension necesaria acerca del texto.

Más interrogantes

Tras la desaparición de EH, se tuvo constancia de otro nuevo viajero, un tal Syous Titor , que aseguraba ser un trabajador de Ibm parisino de 1975 que vendió el Ibm5100 a John Titor, pero que en un momento de imprudencia se acercó a la máquina del tiempo y llegó a Enero de 2006. Días más tarde reveló que en realidad es una mujer llamada Yvonne Lámek, que ha estado sobreviviendo trabajando en una frutería y quería ponerse en contacto con algún Titor para poder llegar a su época 1975.

Yvonne fue atacada por algunos agentes sin identificar que parecían trabajar para un tal Jack Stevenson. El presidente del Titor Club recibió emails del tal Jack Stevenson pidiendo información sobre los crononautas y casi al mismo tiempo el blog de Ethan Jensen fue hackeado y cerrado por este Jack Stevenson (Global Police). El misterioso agente parecía tener la misión de encontrar y acabar con todos los crononautas.

Algunas semanas más tardes el antiguo correo que usaba Ethan Titor se reactivó en el msn y un miembro del club sostuvo una conversación con una expedición que parecía haber encontrado la base secreta en la Antártida desde donde transmitía Ethan. Sin embargo dicha expedición se hallaba en el año 2014. Los titorfans llegaron a pensar que tal vez varias personas de distintas épocas encontrasen la base de Ethan y su instrumental para transmitir información por internet al año 2006. Podéis encontrar dicha conversación aquí.

Predicciones

A diferencia de John Titor, Ethan Jensen en comunicación con otros usuarios de Internet, no habló mucho sobre hechos concretos, pero entre las pocas predicciones que se conocen que entregó dio a conocer la fecha exacta del descubrimiento de agua líquida en el planeta Marte por parte de la NASA y atribuyó al 26 de Abril de 2007 una fecha importante en las relaciones de paz internacionales.

Imágenes sobre la máquina del tiempo de John Titor


Manual de uso de la nave de Titor, creada por la General Electric Army Model C204.




Interior de la cabina de mando de la nave




 T1-Thor: Cronogea & the 4 Time Engines - ¿fin del cuento?

En 2007, al alemán Johann Meier se adjudicó la autoría de un libro llamado T1-Thor: Cronogea & the 4 Time Engines, que narraría lo sucedido con Titor. El libro fue escrito en 1986 y ese mismo año Meier perdió una copia del original cuando estaba de vacaciones en California. Este original fue hallado por John Adams, quién publicaría el libro bajo el nombre de John Titor: A Time Traveler’s Tale y que, además, sería el John Titor de internet. Aún con el mito resuelto, la gente sigue creyendo que los crononautas son reales, se siguen reportando apariciones y visitas que siguen acumulándose y Titor hoy forma parte de la cultura popular del nuevo siglo.

Andrew Carlssin -Viajero del Tiempo detenido


"Viajero del Tiempo detenido por uso de información privilegiada en Bolsa
Miércoles, 19 de marzo 2003
por Chad Kultgen

Fuentes de la Comisión de Seguridad y Cambio de Moneda de los EEUU confirman que Andrew Carlssin, de 44 años de edad, ofreció una extraña explicación al increíble exito conseguido en el mercado bursátil.

"No podemos confiar en las afirmaciones de este señor. Sinceramente, creemos que se trata de un lunático y de un mentiroso compulsivo —afirmó un miembro del SCM. Pero el hecho es que, partiendo de un capital inicial de 800 $, este señor ha conseguido un margen de beneficios que supera los 350 millones de dólares. Cada inversión que ha realizado sufrió una inesperada e inexplicable subida de valor, lo cual no puede ser simple cuestión de suerte. La única manera de conseguir estos logros es a través de información ilegal.."

El señor Carlssin va a estar en una celda en la isla de Rikers hasta que acceda a confesar cuáles fueron sus fuentes de información. Los desastres bursátiles del año pasado dejaron a la mayoría de los inversores desesperados. Así que cuando Carlssin consiguió que todas y cada una de las 126 operaciones de alto riesgo que realizó terminaran en un completo éxito de ganancias, atrajo sobre sí todas las miradas de los caza oportunidades de Wall Street.

Si, por ejemplo, los valores de una compañía subían debido a una unión o a una alianza de empresas tecnológicas que supuestamente debían ser acciones secretas, el Señor Carlssin lo sabía de antemano de alguna manera, nos confirmó la fuente del SCM encargada de la investigación. Una vez puesto bajo investigación, los encargados de desvelar el misterio del caso se encontraron con algo que no esperaban: una más que increíble confesión de más de cuatro horas de duración. Carlssin declaró haber viajado en el tiempo, y proceder del futuro, concretamente de una era 200 años posterior a la nuestra.

Afirma también que en su época es sabido que nuestra era fue una de las peores en lo que a caídas bursátiles se refiere, así que cualquiera con unos pocos conocimientos podría hacer aquí una fortuna. Era demasiado tentador como para resistirse, alegó Carlssin en su confesión grabada en vídeo. Había planeado hacer que pareciera todo natural, ya sabe, perder un poco aquí y allí para que no pareciera demasiado perfecto. Pero parece que me han cogido con las manos en la masa.

Con ánimos de negociar, Carlssin ofrece divulgar hechos de gran trascendencia histórica, como el paradero de Osama Bin Laden o una cura para el Sida. Todo lo que pide es poder volver a su tiempo en su máquina del tiempo. Sin embargo, rehúsa revelar la localización de dicha máquina, o explicar cómo funciona, supuestamente por miedo a que este tipo de tecnología avanzada pueda caer en manos equivocadas.

Las autoridades son muy reticentes, y afirman que las declaraciones del Viajero del tiempo no son más que patrañas. Pero lo que es innegable es que el SCM admite que no ha podido encontrar ningún registro sobre ningún Andrew Carlssin antes de Diciembre del 2002. El Weekly World News continuará investigado esta historia hasta que se resuelva.

[ Adaptación del texto publicado en yahoo.com ]


Noticias inventadas por el periódico Weekly World News (Noticias del Mundo)- ¿fin del cuento? 

La historia ha circulado como «meme» por correo y por páginas web, en diversas versiones -- el hecho de que está «publicada por Yahoo» le da cierta autenticidad.
Lo cierto es que pertenece al «periódico» Weekly World News (Noticias del Mundo) como se lee al final de la noticia y se puede adivinar en la URL de la noticia (/wwn). WWN es bastante conocido como periódico de entretenimiento que solo publica noticias inventadas del tipo «inspector de hacienda abducido por los extraterrestres es devuelto a la tierra», «patinadora con tres piernas gana medalla olímpica» y similares. Yahoo News reproduce de vez en cuando noticias de WWN en su sección de entretenimiento y televisión, sin aclarar que son noticias falsas humorísticas. Muchas personas piensan que Yahoo sólo publica noticias de agencia (reales / serias); otros no se dan cuenta que la noticia es de WWN y probablemente muchos otros ni siquiera saben lo que es WWN. De hecho, Snopes.com ha tenido que calificarlo ya de «Leyenda Urbana». como puedes leer en Snopes: Insider Trading.


Arrestan a hombre del futuro en Suiza dentro del Gran Colisionador de Hadrones


En un caso simulado ya en varios guiones cinematográficos, en donde un personaje del futuro viaja a nuestro presente para impedir un suceso o la construcción de un artefacto que terminará por destruir al planeta, se ha reportado el arresto de Eloi Cole, un hombre que clama venir del futuro para salvar a la humanidad. Su misión es clara: sabotear el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) para evitar la eventual destrucción del mundo.

Recientemente el LHC ocupó los titulares tras lograr la colisión de partículas a una velocidad récord. Eloi Cole fue detenido mientras intentaba sabotear parte del proceso del LHC. Al ser cuestionado, en primera instancia reveló que buscaba combustible para operar su máquina del tiempo. Posteriormente confesó su misión de detener las labores del LHC y así prevenir la futura destrucción planetaria.

Pero la historia continúa. Resulta que Cole fue arrestado y trasladado a un hospital mental en Ginebra. Sin embargo, a las pocas horas de haber sido ingresado se desvaneció misteriosamente sin dejar rastro alguno, lo cual ha desconcertado profundamente a las autoridades.
El Gran Colisionador de Hadrones (crisol de la conciencia tecnofuturista), considerado como la máquina más costosa y más potente creada jamás por el ser humano, tiene el fin de recrear las condiciones originales en las que nuestro universo se creó para revelar algunos de los enigmas milenarios que han motivado siglos de trabajo científico y reflexión. Sin embargo, hay quienes aseguran que quizá la psique colectiva, incluso la de los más avanzados investigadores, aún no esta preparada para recibir algunas de las respuestas que el LHC tiene para nosotros. Ello nos recuerda a la ecuación evolucionista de los ensayos sobre neuropolítica del Dr. Tim Leary, en los que se plantea la extensión indefinida de la vida humana como máxima meta de la ciencia, pero para ello se recalcan dos requisitos indispensables: la migración espacial en busca de expandir nuestro hábitat y, en especial, la elevación de la conciencia-inteligencia del ser humano para ser capaz de acceder a estos nuevos portales de la evolución.
Anteriormente ya se había planteado la posibilidad de intentos futuristas de sabotaje al Gran Colisionador de Hadrones, como una posible explicación a la sistemática mala suerte que ha tenido el proyecto a lo largo de sus dos años de vida. ¿Qué fuerzas buscan impedir el correcto funcionamiento de esta máquina cuasidivina? ¿Realmente podrían estar pujando desde el futuro para detener su activación? Y en caso de que así fuera, ¿es esta una intención protectora o un sabotaje contra la expansión de la conciencia cósmica de una raza humana todavía primitiva?

Parece como si Dios, consciente de que al descubrir las reglas del juego universal este mágico juego terminará para todos, buscara extender el misterio en torno a la arquitectura original del tablero y mantener así el pulso narrativo del universo y de la conciencia: del juego cósmico. Seguramente el mainstream media y las versiones oficiales sepultarán esta historia como un caso más de la aislada psicosis de un individuo, o quizá simplemente sea un tributo propio del “día de los tontos” (april´s fool day), sin embargo, más allá de la veracidad de este evento en particular, es dificil leer este tipo de notas sin que se detonen en nosotros las neuroconexiones específicas para cuestionarnos los pilares de nuestra desgastada realidad racional.

¿Desaparecio sin dejar rastro?

La policía dijo que el señor Cole, que llevaba una corbata de lazo y más bien mucho de tweed demasiado para su edad, no quiso revelar su país de origen."Los países no existen de dónde soy. "El descubrimiento del bosón de Higgs llevó al poder sin límites, la eliminación de la pobreza y Kit Kats-para todos. Es un infierno comunista chocolate y estoy aquí para hacer una parada a suceder"..Mas tarde el hombre desapareció de su celda sin dejar rastro alguno....dejando a los policias boquiabiertos.

Rudolf Fent, el crononauta que nunca existió - ¿Otro hoax?

Nueva York, a las once y media de la noche en una fecha indeterminada hacia junio del año 1950. Hace calor, la gente aprovecha la bonanza veraniega para pasear por las calles o disfrutar de una de las muchas atracciones de la ciudad de los rascacielos. Esta típica estampa americana se ve súbitamente alterada por un hecho insólito, algo fuera de lo común. Entre la multitud destaca un personaje extraño, con ropas elegantes pero anticuadas, como salido de un museo, alterado, distraído, impresionado por lo que estaba contemplando. Este hombre ni siquiera siente el inminente peligro de caminar entre los vehículos que circulan raudos por las calles cercanas a Times Square. Lo inevitable sucede, el hombre ausente muere en el acto, atropellado.
Hasta aquí, podría no ser más que la mediocre crónica de un suceso, por desgracia bastante habitual en algunos lugares. El fallecido parecería un loco para algunos o un borracho, alguien drogado o un excéntrico. La cosa no pasaría de ahí, se perdería en las páginas de los periódicos, eso sí, tras haber despertado el morbo de algunos lectores incluyendo detalles escabrosos, generalmente inventados inocentemente por los testigos. Pero este atropello era diferente, tan fuera de lo común que ha creado ríos de tinta durante medio siglo porque ¡el peatón distraído apareció de la nada! Esta es la historia de Rudolf Fenz, el crononauta más famoso de todos los conocidos, un relato de intriga, investigación y, por supuesto, ¡imaginación! Porque, a pesar de toda la tinta vertida durante años, este personaje nunca existió.
Poco después del trágico suceso, llegó la policía para realizar su ritual de costumbre, inspeccionando el cadáver, abriendo acta del caso, avisando al forense. Nada más contemplar al finado, vieron cosas que no encajaban y que presagiaban algo más que una muerte accidental. El, hasta entonces anónimo personaje, de unos treinta años de edad, yacía en el suelo vistiendo un largo abrigo negro, de tela gruesa poco apropiada para el caluroso verano, un chaleco inmaculadamente limpio y unos extraños zapatos puntiagudos con hebillas de metal. Si no fuera por lo trágico del asunto hubiera sido motivo de risas porque aquel “payaso” parecía salido de una fiesta de disfraces, sus ropas estaban sacadas de las brumas del tiempo pasado. Bueno, un loco excéntrico más que decide suicidarse entre los coches de la Gran Manzana. Todos pensaron eso, hasta que en el depósito de cadáveres se descubrió algo inquietante, el inusual contenido de los bolsillos. Billetes de banco muy antiguos, pero en perfecto estado, tarjetas de visita a nombre de Rudolf Fenz y una carta dirigida al mismo nombre con una dirección de Nueva York, fechada en 1876. Aquello comenzaba a tomar un feo aspecto, ¿Rudolf Fenz era el fallecido? ¿De dónde había salido? ¿Quién era este personaje? La policía intentó localizar a sus familiares buscando en todos los registros de la ciudad el nombre que aparecía en las tarjetas de visita.
Nadie con ese nombre vivía en la ciudad, no apareció ni rastro en la dirección indicada por la carta, ni en las guías telefónicas ni en los registros de los seguros médicos. Literalmente se puede decir que aquel hombre no existía, ningún rastro se encontró para saber algo más de él en Nueva York así que, desesperados, los investigadores recurrieron a inmigración. El nombre sonaba a algo germánico, ¿porqué no probar en Alemania? Tras la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes emigraron al Nuevo Mundo, ¿sería Rudolf Fenz uno de aquellos recién llegados? Tras patearse muchos archivos y gastar bastante dinero en llamadas a consulados y funcionarios de Alemania, Suecia y Austria, no se logró absolutamente nada. Milagrosamente, pocas semanas después del accidente, descubrieron el nombre de Rudolf Fenz Jr. en una añeja guía telefónica de 1939. ¿Sería esta una buena pista? Lamentablemente, al acudir a la dirección marcada por la guía de teléfonos, les informaron que había fallecido hacía tiempo con más de setenta años de edad. Posiblemente se tratara del padre o algún familiar del atropellado, pensaron con un destello de esperanza los sabuesos. A pesar de todo, la cuestión no avanzó nada, hasta que el tenaz funcionario Hubert V. Rihn, del Departamento de Personas Desaparecidas, localizó a la viuda de Fenz Jr. La declaración de ésta terminó por descolocar todo el caso. Según la viuda, el padre de su difunto marido había desaparecido sin dejar rastro allá por 1876, cuando salió a pasear y fumar un cigarrillo al anochecer, como solía hacer habitualmente. Nunca más se supo de él. Rihn revisó los archivos policiales del año 1876 para confirmar esa pista y lo que descubrió le puso muy nervioso. En un viejo informe aparecían los datos de la desaparición, tal y como la mujer la había relatado, pero había más. Una pequeña fotografía mostraba la figura del desaparecido, alguien idéntico al hombre atropellado en Times Square. A partir de aquí, la historia de Rudolf Fenz se convirtió en el caso de crononauta más “documentado”, la increíble odisea de alguien perdido en el tiempo que saltó más de setenta años en el futuro para aparecer en medio de Nueva York y morir atropellado por un automóvil, inaudita máquina para alguien del siglo XIX.
Impresionante ¿verdad? Lo sería si la historia fuera cierta, una lástima, resultó no ser más que un Hoax, curiosa palabra inglesa, que definiré más adelante y que agrupa los bulos, patrañas, cuentos y rumores que abundan por doquier. La historia de Rudolf Fenz fue repetida innumerables veces en muchos medios de comunicación, de diferentes formas, con fechas muy variadas, cambiando incluso el nombre del protagonista. Pero todas ellas daban por hecho que se trataba de una historia verídica, totalmente contrastada, con infinidad de datos muy concretos que “alguien” seguro que había investigado ya. Ese alguien nunca existió, hasta que llegó un intrépido londinense afincado en Madrid. Entonces todo se aclaró, el velo del misterio se rasgó y la farsa fue desmontada. Rudolf Fenz nunca existió, no hubo crononauta, sólo la imaginación de un mediocre escritor de ciencia ficción y los deseos ciegos de creer por parte de muchas generaciones de periodistas y lectores. El cazador de crononautas se llama Chris Aubeck y su implacable tenacidad sigue dando frutos.
Chris, interesado en el fantástico caso, dedicó varios meses a recopilar toda la información disponible sobre el mismo. Logró encontrar, sobre todo en Internet, hasta diez versiones diferentes entre sí, pero que conservaban el armazón fundamental de la historia. En el papel impreso la búsqueda no fue tan fructífera. Resultó que fuera de España el caso era casi desconocido, cuando por lógica debiera de ser en los Estados Unidos donde más información se podría localizar. Con un atropello, informe policial, fotografía del desaparecido en 1876, autopsia y otros mil detalles, ¿cómo era posible que el caso fuera tan poco conocido en tierras norteamericanas? Aubeck fue punzado por la intuición: posiblemente todo se trataba de un montaje. Sólo logró encontrar un artículo impreso en inglés, las demás referencias en ese idioma sobre el caso Fenz provenían de Internet. A partir de aquí comenzó la odisea de Chris para localizar la fuente original, cosa que no resultó nada fácil. Desde el libro de Joaquín Gómez Burón, Los Enigmas Pendientes, que vio la luz en 1979, fueron decenas las publicaciones españolas en las que se mostró el caso Fenz como algo indiscutiblemente real, con un montón de pruebas tras de sí, unas pruebas que nadie había visto jamás. Burón bebió de una fuente francesa, un libro de Jacques Bergier y Georges H. Gallet publicado en 1975. Poco a poco, tirando del hilo, Aubeck fue desmadejando el ovillo, libro tras libro, artículo tras artículo. Unos se basaban en otros y, de esa forma, seguramente se podría llegar a la fuente original. Como buen rumor que se precie de serlo, cuanto más atrás en el tiempo investigaba, más se enrarecía la cuestión. En unos casos los apellidos cambiaban, de Fenz a Fentz, de Rihn a Rihm. Esto se podía achacar a las traducciones. Pero es que, para más gracia, cada cual añadía pequeños aliños a su gusto, como la hora de aparición de Fenz en medio de la calle, testigos que hablaban del atropello y que decían que había aparecido de la nada o más datos sobre el sabueso Rihm y sus desvelos tras las esquivas pistas del crononauta. De España a Francia, de ahí a Italia, para continuar en Noruega. La cosa se ponía interesante, las fuentes saltaban de un país a otro como si se tratara de espías internacionales. La fuente original parecía encontrarse en un artículo publicado en los Estados Unidos para The Journal of Borderland Research, en la edición mayo/junio de 1972. Su autor, Vincent H. Gaddis relataba el caso en primera persona y además se atrevía a comentar el significado oculto del caso, anotando que su fuente inicial había sido el difunto Ralph M. Holland, de la revista Collier´s.
Para los redactores de Borderland Sciences, el salto en el tiempo protagonizado por Fentz, o Fenz si se prefiere, había sido cosa de la “cuarta dimensión” y, según les informó una médium, los extraterrestres, cómo no, andaban por el medio. Aubeck se propuso descubrir quién era Ralph M. Holland. Este norteamericano nació en 1899, estudió periodismo y escribió muchas historias de ciencia ficción que se publicaron en varias revistas, incluida una fundada por él mismo, The Science-Fiction Review. Era también un fantasioso “contactado” que bajo el seudónimo de Rolf Telano publicó varios libros en los que afirmaba relacionarse con un extraterrestre llamado Borealis. Sus tramas son delirantes, mezclando mitología pseudoufológica con relatos de la Atlántica o Lemuria. Con el caso Fentz, Holland y la Borderland intentaron atraer al público hacia sus fantasías sobre la cuarta dimensión, generando una leyenda perdurable. Aun así, Holland no fue el iniciador del caso, sino que éste se basó en una obra de ficción que un escritor más conocido llamado Jack Finney había publicado en 1951. Formando parte de un relato corto titulado Estoy asustado , la imaginaria historia de Rudolf Fentz, con casi todos sus detalles, surgió de la fantasiosa mente de Finney, nunca fue real. Este escritor, fallecido en 1995, no es un desconocido en el mundo de la ciencia ficción. Fue muy prolífico y su tema favorito era, como no podía ser menos, el viaje en el tiempo. La famosa película Invasión de los Ultracuerpos se basó en uno de sus cuentos cortos publicado en Collier´s en diciembre de 1954.

Hallan reloj suizo en una tumba Ming



Si existen momentos en los que la realidad supera a la ficción, este bien podría ser el mejor de los casos. Si acaso existiera una prueba consistente de consumados viajes en el tiempo, el hallazgo es el indicado. Lo cierto es que, fraude, verdad o accidente, el reloj suizo encontrado en las excavaciones de una tumba perteneciente a la antigua dinastía Ming, parece materializarse como un capitulo más de la mini serie de ciencia ficción “La reliquia del futuro”.
“Cuando tratamos de quitar la tierra alrededor del ataúd, de repente un trozo de roca cayó y al chocar con el suelo hizo un sonido metálico” dijo uno de los investigadores del Museo de Guangxi, según el Asturian Times.

Aunque el reloj pulsera encontrado no parece funcional debido a su pequeño tamaño, las escalas se conservan en forma perfectamente proporcional a un ejemplar corriente. Incluso el sello de “Swiss” aparece fielmente grabado en el revés de su enmohecida cara.

El desconcierto del grupo de arqueólogos fue máximo cuando descubrieron que la pequeña reliquia de cuarzo, estimada en unos cien años de antigüedad, yacía en una tumba cerrada herméticamente hace unos cuatrocientos años.

“Los relojes no existían durante la dinastía Ming y Suiza como país ni siquiera existía entonces”, explicaba uno de los especialistas que trabajaba en una cueva de Shangsi, donde fue hallado el artefacto.

Aunque el hallazgo se enmarcaría dentro de los llamados oopart (objetos presuntamente modernos hallados en edades remotas), se presenta de una manera radicalmente distinta. Mientras que los oopart convencionales parecen artefactos tecnológicos desarrollados por razas antiguas, el reloj suizo lleva a los aventureros a suponer un contacto entre un viajante del tiempo del siglo pasado con pobladores de la antigua dinastía Ming.

La ausencia de hipótesis menos descabelladas nos lleva a imaginar a un viajero contemporáneo depositando una “ofrenda” junto al sarcófago de un ming por quien hubiera tomado afecto durante su estadía en el pasado, o bien arrojando su recuerdo del futuro al barro cuando este dejó de funcionar a las 10:06, hora exacta que sus manecillas indican aún cuatro siglos más tarde.

El Proyecto Montauk







El Proyecto Montauk es una secreta serie de proyectos del gobierno de los Estados Unidos, que se llevó a cabo en el Hero Camp o la estación de la Fuerza Aérea de Montauk, Long Island, Nueva York, con el propósito de desarrollar técnicas de guerra psicológica y exóticas investigaciones incluyendo la del viaje en el tiempo. Debido a la escasez de pruebas verificables para apoyar su existencia, los críticos argumentan de Montauk, que es un experimento sin verificar de la teoría de la conspiración, leyenda urbana o, posiblemente, de una falsa alarma.
La primera cita del Proyecto Montauk es incierta, pero los elementos de la historia han circulado al menos desde principios del decenio de 1980. Según el investigador de OVNIs y astrofísico Jacques Vallée, el Experimento Montauk parece tener su origen en la cuenta de Preston Nichols, que afirmaba haber recuperado recuerdos reprimidos de su participación en dicho proyecto. No hay ninguna versión definitiva del proyecto Montauk narrativa, pero algunas cuentas lo describen como una extensión o continuación del Experimento Filadelfia.


Según los creyentes del Proyecto Montauk, los supervivientes del Experimento Filadelfia se reunieron en 1952-1953. Con el fin de continuar su labor anterior en la manipulación de los "Blindajes electromagnéticos" que se habían utilizado para hacer el USS Eldridge invisible, e investigar las posibles aplicaciones militares del campo magnético como la manipulación del dispositivo para la guerra psicológica. Los investigadores supuestamente crearon un informe sobre sus propuestas, que se presentó al Congreso de los Estados Unidos y fue rechazado por ser considerado demasiado peligroso. El proyecto volvio directamente al Departamento de Defensa y por encima de la aprobación del Congreso, los investigadores prometieron una nueva y poderosa arma que podría inducir síntomas de trastornos psicóticos y esquizofrenia con el solo hecho de presionar un botón. El Departamento de Defensa lo aprobó. La financiación supuestamente procedía de un alijo de EE.UU. $ 10 mil millones de oro recuperado de los nazis que se habia encontrado en un tren por soldados del Ejército de EE.UU. en un túnel en Francia, cerca de la frontera suiza. El tren fue volado y destruido asi como a todos los soldados implicados los cuales fueron asesinados. Cuando se agotaron los fondos, la financiación adicional se obtuvo a partir de ITT Corporation y Krupp AG en Alemania.

El trabajo comenzó en el Brookhaven National Laboratory (BNL) en Long Island, Nueva York bajo el nombre de "Proyecto Fénix", pero pronto se dieron cuenta de que el "proyecto" requeria una gran antena de radar avanzada, y la instalación de uno en el Brookhaven National Laboratory pondría en peligro la seguridad del proyecto. Afortunadamente, la Fuerza Aérea de Estados Unidos cierro la base en Montauk, Nueva York, no lejos de la BNL, en donde había una completa instalación de radar SAGE. El sitio era grande y remoto en Montauk, el punto todavía no era una atracción turística. Permitiría el acceso al agua del equipo sin que fuera detectado. Más importante aún, el radar SAGE trabajó en una frecuencia de 400 MHz - 425 MHz, en la gama de 410 MHz - 420 MHz, la señal que se dice puede influir en la mente humana.

Los experimentos que se llevaron a cabo fueron en teleportación, universos paralelos y los viajes en el tiempo. En torno al 12 de agosto de 1983, el proyecto del viaje en el tiempo en el Camp Hero fue interbloqueado con el original proyecto de Arco Iris de 1943. Dos hombres, Al Bielek y Duncan Cameron ambos afirman haber saltado desde la cubierta del USS Eldridge al hiperespacio, y cuando se terminó el viaje después de un período de grave desorientación en el Hero Camp en el año 1983 en Montauk. En este punto coinciden en afirmar que John von Neumann, un famoso físico y matemático, supuestamente, había trabajado en el Experimento Filadelfia, pero la Marina de los Estados Unidos lo niega.

Habian creado una "ventana (portal) en el tiempo" que permitió a los investigadores viajar a cualquier parte en el tiempo o el espacio. Este fue desarrollado en forma semi-estable en "Túnel del Tiempo". Se estableció contacto con extraterrestres a través de este túnel del tiempo y se intercambió con ellos informaciones la mayor parte del proyecto Montauk.

Aquel supuesto contacto permitió un acceso más amplio al hiperespacio. Stewart Swerdlow desarrollo también el "lenguaje de hiperespacio", utilizando arquetipos y glifos, así como el color y el tono, en otras palabras, un "idioma no-lingüístic", el lenguaje del Creador, que es Dios mismo. Sin embargo, muchos investigadores han cuestionado la validez de Swerdlow y lo que efectivamente hizo en el proyecto Montauk. Enrico Chekov, un disidente ruso-español, informó en 1988, después de defecting a América, que la vigilancia realizadas por satélites capturaron durante el decenio de 1970, mostraron la formación de una gran burbuja de espacio-tiempo que se centró en el sitio de prueba, dando mayor apoyo a la Base D1 de la investigacion del tunel del Tiempo. Después Chekov compartio algunas fotografías con un periodista del The New York Times, en su apartamento de Manhattan, pero fueron robadas y las fotos era lo unico que se tenia como prueba por supuestamente los Hombres de Negro.


FUENTES:
http://www.complotsymisterios.com.ar
http://expedienteoculto.blogspot.com/
http://www.microsiervos.com
http://pijamasurf.com
http://www.alpoma.net
http://www.lagranepoca.com
http://www.espaciosocultos.com/

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Miercoles 07 de Agosto de 2013
Radio La Mejor En Vivo
El derretimiento de glaciares en la Antártida descubre pirámides escondidas
Tres pirámides antiguas han sido descubiertas en la Antártida por un equipo de científicos estadounidenses y europeos. Dos de las pirámides fueron descubiertas cerca de 16 kilómetros tierra adentro, mientras que el tercero estaba muy cerca de la costa.

Los primeros informes sobre las pirámides apareció en los medios de comunicación occidentales el año pasado. Unas cuantas fotos se publicaron en algunos sitios web con un comentario que las extrañas estructuras podrían servir de prueba de que el continente cubierto de hielo solía ser lo suficientemente caliente como para haber tenido una antigua civilización antigua viviendo allí.
Hasta el momento se conoce poco acerca de las pirámides y el equipo sigue manteniendo silencio sobre el descubrimiento. La única información fiable proporcionada por los científicos era que ellos estaban planeando una expedición a las pirámides para investigar más a fondo y determinar a ciencia cierta si las estructuras eran artificiales o naturales. No se ofrecieron detalles sobre el marco temporal de la expedición. En caso de que los investigadores prueben que las pirámides son estructuras hechas por el hombre, el descubrimiento podría llevar a cabo la mayor revisión de la historia de la humanidad como jamás se ha hecho.

Mientras tanto, una serie de extrañas pero interesantes descubrimientos se han hecho últimamente en la Antártida. En 2009 los científicos del clima han encontrado allí partículas de polen, que posiblemente podría afirmar que los árboles de palma, una vez crecieron en la Antártida y las temperaturas de verano alcanzaron los 21C. Tres años más tarde, en 2012, los científicos del Instituto de Investigación del Desierto de Nevada identificaron 32 especies de bacterias en muestras de aguas del Lago Vida en la Antártida oriental.


Una posible civilización que la historia oficial no tomo en cuenta

¿Será posible que la Antártida era una vez lo suficientemente caliente en el pasado reciente como para tener una civilización antigua viviendo allí? Y aún más sorprendente es la cuestión de que si una cultura avanzada se desarrolló allí ¿Existirá algunas estructuras restantes que todavía estén enterrados debajo del hielo? Los estudiosos y egiptólogos han sospechado durante mucho tiempo que la esfinge es mucho más antigua de lo estimado, posiblemente tiene más de 10.000 años de antigüedad. Los científicos descubrieron que la evidencia de la erosión del agua sobre la antigua estatua, siendo la mayor del mundo, cuenta una historia de cambio climático desde una selva lluviosa al calor del desierto en unos pocos miles de años. Si el clima en Egipto ha cambiado tan rápidamente, ¿Es igualmente posible que el clima antártico también podría haber cambiado drásticamente en el mismo tiempo? De acuerdo con la teoría de la correlación de Robert Bauval y Adrian Gilbert, la construcción de las pirámides de Giza habría tenido lugar en un período anterior a los 10,500 a 12,500 años BC, motivando esta retroactividad con la correlación entre la ubicación de las tres principales pirámides de la necrópolis de Giza y las tres estrellas de la constelación de Orión, y que esta correlación fue intencionalmente creadas por personas que construyeron las pirámides. La referencia a la fecha de hace 12.500 años es significativo para Hancock, ya que la posición de las pirámides indica el momento preciso en que una anterior civilización avanzada ha visto su ocaso debido a un cataclismo global. En su libro Las Huellas de los Dioses, Graham Hancock ha encontrado pistas que llevan a todos hacia un punto preciso. Según Hancock, las pirámides fueron construidas en todas las culturas del planeta y sus monumentos contienen configuraciones astronómicas más o menos evidente. A partir de antiguos testimonios de numerosas poblaciones — la gran esfinge de Egipto, los misteriosos templos de Tiahuanaco, las gigantes líneas de Nazca de Perú, las pirámides masivas del Sol y la Luna de México — y al ponerlos en comparación con los mitos y leyendas universales, con el estudio de los mapas que datan de tiempos antiguos, el erudito sugiere la existencia de un pueblo con una posesión de inteligencia superiores de tecnologías sofisticadas y un conocimiento científico detallado, cuya “huella”, sin embargo, fueron exterminados por completo por un desastre de enormes proporciones. Cada cultura ha adorado a sus reyes como dioses. Sus religiones fueron todos dirigidos a la búsqueda de la inmortalidad del alma y sus sacerdotes eran los astrónomos, con un conocimiento anticipatorio de los movimientos celestes. La serpiente-reptil es una figura simbólica presente en todas las culturas y es considerado sagrado. Esta gran unidad cultural, según Hancock, sugiere que la civilización humana no nació de repente de la nada, sino que fue “ayudado” por alguien con conocimientos tecnológico y cultural de avanzada. La evidencia que apoya esta teoría es la expansión de la agricultura. Resultó que la agricultura nace simultáneamente en al menos seis zonas del mundo sin ninguna relación aparente entre ellos: Centro y Sur América, la Media Luna Fértil, África Central, China Oriental y el Sudeste Asiático.
En conclusión
 
Si miramos con alarma los informes del calentamiento global que advierten que tanto las regiones del Ártico y la Antártida se están derritiendo. Muchos de nosotros podríamos vivir para ver el día en que estará expuesto todo el continente de la Antártida, al igual que todos los artefactos antiguos que alguna vez existieron allí. Si se encuentra una pirámide gigante va a cambiar la forma de pensar del mundo para siempre. A la fecha todavía no hemos logrado volver a crear las grandes pirámides. Nosotros simplemente no tenemos la tecnología. Así que la pregunta es quién, o qué, hizo estas pirámides en la Antártida? ¿Y qué dejaron atrás?

martes, 6 de agosto de 2013


Eldrídge el barco que se supone se desmaterializó convirtiendose en invisible y teletransportandose posteriormente.
Experimento Filadelfia: ¿Un Buque Teletransportado?

Una serie de extrañas cartas recibidas por un hombre de ciencia en 1956 hablaban de unos experimentos secretos que habían vuelto invisible un destructor de la marina de los Estados Unidos y lo habían teletransportado de un lugar a otro.

El "Experimento Filadelfia" es el nombre que recibió un supuesto experimento ultrasecreto llevado a cabo por la marina de los Estados Unidos en 1943, en el transcurso del cual un barco se volvió invisible y fue teletransportado de un muelle a otro.El secreto parece empezar a desvelarse cuando Morris Ketchum Jessup, el controvertido científico, profesor durante los años 20 de astronomía y matemáticas en la Universidad de Drake, en Iowa, y en la Universidad de Michigan. Mientras preparaba su doctorado realizó investigaciones que llevaron al descubrimiento de varias estrellas dobles que, posteriormente, fueron catalogadas por la Royal Astronomical Society.
Jessup pasó mucho tiempo estudiando ruinas mayas e incas y llegó a la conclusión de que los edificios sólo pudieron ser construidos con la ayuda de una tecnología superior extraterrestre. La falta de dinero le obligó a abandonar sus investigaciones y a volver a los Estados Unidos, donde se puso a trabajar en "The case for the UFO" (El alegato de los OVNIS), primero de cuatro libros sobre el tema, en el que mezclaba un poco de objetividad científica con mucha pseudociencia.
"The case for the UFO" fue publicado en Nueva York en 1955. A lo largo del libro, Jessup pedía a sus lectores que presionaran a sus representantes políticos para que exigieran investigaciones acerca de la teoría del campo unificado, problema con el que se había enfrentado Einstein durante los últimos veinte años de vida, y que -creía Jessup- podría aclarar la incógnita de la fuerza propulsora de los OVNIS.

El 13 de enero de 1956 Jessup recibió la primera de dos cartas de un lector que firmaba Carlos Miguel Allende y también Carl M. Allen. En sus incoherentes cartas, llenas de faltas de ortografía y de puntuación, Allende advertía a Jessup que debía olvidar su interés por la teoría del campo unificado. Una versión de esta teoría había sido aplicada por la marina norteamericana en 1943 -decía- en un experimento que había vuelto invisible a un barco, con terribles resultados para su tripulación. Jessup contestó a su corresponsal pidiendo más detalles. Allende no pudo proporcionarle más información.
Mientras tanto, Jessup y su libro habían sido tema de conversación en Washington D. C. En julio o agosto de 1955, un ejemplar de "The case for the UFO" llegó a la Oficina de Investigación Naval (ONR). Se descubrió que contenía comentarios relativos al texto escrito en los márgenes, como si el libro hubiese pasado por las manos de tres personas. Los comentarios implicaban un conocimiento de los OVNIS, de sus sistemas de propulsión y del origen y antecedentes de sus tripulantes.

El libro pasó a manos de dos oficiales de la ONR, el comandante George W. Hoover, Oficial de Proyectos Especiales, y el capitán Sidney Sherby. Éstos invitaron a Jessup a Washington, le enseñaron el libro y le preguntaron si podía hacer algún comentario. Jessup dijo que, por la letra, uno de los autores era Allende, y después entregó las cartas de Allende a Hoover y Sherby.

El interés de la ONR por el libro anotado nunca fue explicado de forma satisfactoria, pero la ONR ha negado siempre que fuera oficial. Hoover y Sherby estaban personalmente interesados en los OVNIS, tema que daba entonces sus primeros balbuceos; su opinión era que "ningún detalle, por desacreditado que esté desde el punto de vista de la ciencia clásica, debe ser pasado por alto" en la búsqueda de claves sobre la naturaleza de la gravedad. Por lo tanto, debemos deducir que el interés de Hoover y Sherby era personal y que cualquier investigación posterior fue emprendida por su cuenta.

Vista aérea de la base naval de Filadelfia en 1947, donde el Eldridge fue sometido al misterioso experimento científico.
No se sabe qué investigaciones pudo emprender Jessup, si es que lo hizo; su relación directa con el asunto terminó la noche del 20 de abril de 1959, cuando lo encontraron muerto en su furgoneta en Dade Country Park (Florida). Dentro del coche cerrado había sido introducida una manguera conectada con el tubo de escape: según todos los indicios, Jessup se había suicidado.
¿Se Había Suicidado?

La muerte de Jessup ha sido tema de muchas especulaciones. Algunos amigos suyos dijeron que Jessup no era el tipo de persona que se suicida. Otros han sugerido que fue asesinado porque se negó a dejar las investigaciones sobre el enigma de los OVNIS. También se dijo que algo tuvieron que ver los "hombres de negro". Sin embargo, otros amigos dijeron que Jessup estaba deprimido a causa de problemas personales, y que había anunciado su suicidio a un intimo amigo suyo.

Del corresponsal de Jessup, Carlos Miguel Allende o Carl M. Allen, se sabe poco. Muchos investigadores trataron de entrevistarlo pero resultó tan escurridizo como Pimpinela Escarlata. Entre los que le conocieron se cuentan Charles Berlitz y William Moore, pero averiguaron poco. Con todo, lograron identificar el barco empleado en el supuesto experimento: era el Eldridge.
Allende afirma que, en 1943, un tal doctor Franklin Reno desarrolló una aplicación de la teoría del campo unificado de Einstein que fue ensayada por la Marina norteamericana en un experimento en el que el Eldridge y toda su tripulación se volvieron invisibles. El experimento se realizó en el mar, en octubre de 1943, y fue observado por Allende, que se hallaba a bordo del buque Andrew Furuseth. Dijo a Berlitz y a Moore que el Eldrige estaba sumergido en un extraño campo de fuerza que se extendía "hasta unos 100 m... de distancia de cada lado del barco. Yo metí la mano, hasta el codo, en este increíble campo."
El experimento fue un éxito, salvo por los extraños y terribles efectos secundarios que sufrió la tripulación; algunos hombres murieron, otros se volvieron locos, y unos pocos siguieron recayendo en la invisibilidad. Una vez, en un bar del puerto de Filadelfia, un grupo de tripulantes causó un escándalo al desaparecer de pronto. Allende dice que el incidente apareció reseñado en un periódico de Filadelfia, en otoño o en invierno, en algún momento entre 1944 y 1946.
Allende también dijo que se realizó otro experimento en el que el navío experimental fue teletransportado desde su atracadero en Filadelfia a otro en la zona de Newport News, Virginia. Allende no se hallaba presente, pero dijo a Jessup que había leído un articulo acerca del incidente en un periódico de Filadelfia cuya fecha no recordaba. "Puede haber sido en 1956 -dijo a Jessup en una carta-, después de que se suspendieran los experimentos."

Carlos Allende quien con sus cartas pareció desvelar uno de los secretos mejor guardados por la marina de EEUU.
Los Misterios del Project Rainbow

El nombre oficial del experimento Filadelfia que la marina norteamericana no pudo ocultar es "Project Rainbow". En las investigaciones no se pudieron encontrar. El "Project Rainbow" era parte de un código secreto del gobierno de EE.UU. que se llamaba Arco Iris. En este código estaban los planes para derrotar al Eje compuesto por Italia, Alemania y Japón en la Segunda Guerra Mundial y específicamente para luchar contra Japón en el Océano Pacifico

El Barco Fantasma

Realmente el que toma con seriedad este tema se dará cuenta de que "El Experimento Filadelfia" se quiere ocultar de todas manera posibles:

1)Las cartas de navegación del barco se perdieron.

2) La bitácora del barco también se perdió.

3) El Instituto Naval norteamericano no tiene casi fotos en los archivos del Eldridge.

4) Los tripulantes del barco se esfumaron, se perdieron, no se sabe nada de ellos.

5) Todo lo relacionado con el código ARCO IRIS y el experimento Filadelfia también desaparece.

6) El principal personaje Morris Jessup se suicida de una forma extraña y poco clara.

7) De Carlos Allende se comienza a decir que estaba esquizofrénico y no era apto para declarar nada.

8) 300 toneladas de instrumentos que llevaba a bordo el Eldridge, también desaparecen y el barco es vendido a Grecia casi desmantelado.

9) Las fichas de los marineros también desaparecen. O sea el barco no existió. Y la marina norteamericana habla del hecho como algo absolutamente sin importancia.
¿Que Sucedio en el Experimento Filadelfia?

El viernes 13 de agosto de 1943, el crucero Eldrídge, de la marina de los Estados Unidos, zarpó del puerto de Filadelfia para participar en un experimento secreto. A su bordo llevaba varias toneladas de aparatos eléctricos, con cientos de lámparas y bobinas. El barco había sido botado el 25 de julio de 1943 y medía 92 metros de eslora, con un desplazamiento de 1.240 toneladas y 1.520 a plena carga. Todavía no había entrado en servicio activo cuando poco después, el 13 de agosto de 1943, levó anclas de su amarradero, acompañado por el carguero Furuseth, un veterano de los convoyes al África. A bordo de esta última nave iba un grupo de científicos y una tripulación reducida de hombres escogidos, entre los cuales se encontraba el marinero de primera Carlos M. Allende. Este contó de la siguiente manera lo que presenció aquel viernes fatídico desde su puesto de trabajo, situado al lado del puente de mando. "A unas pocas millas del muelle, uno de los hombres de civil que estaba en la timonera ordenó por la radio al comandante del crucero que encendiera los generadores. Entonces, alrededor del crucero comenzó a fluir con gran fuerza un singular campo de energía, perfectamente visible, que giraba en torno de la nave en sentido contrario a las agujas del reloj.

Vi que el aire que rodeaba al barco se volvía un poco más oscuro que el resto de la atmósfera. A los pocos minutos vi levantarse del agua una bruma verdosa, similar a una nube muy tenue. De pronto, el barco desapareció completamente y nosotros experimentamos una gran sacudida. Varios de nuestros hombres se desmayaron y a muchos comenzó a salirles sangre de la nariz. En pocos segundos el flamante barco de guerra ya no estaba en su sitio, pero en la superficie del mar podía verse claramente la marca de su peso al desplazar el agua. Sencillamente se había hecho invisible y no quedaban rastros ni de él ni de los hombres que iban a bordo. Antes de que se esfumara del todo vi que uno o dos marineros que estaban en estribor se desintegraban por completo. Todo comenzó con un desagradable zumbido, que fue aumentando de volumen hasta convertirse en un silbido inaguantable, que culminó en una violenta explosión. En el puente en donde yo estaba reinaba una confusión absoluta y las órdenes se sucedían unas tras otras. Uno de los civiles, el que parecía estar al mando de todo, gritó por la radio que apagaran los generadores.

Cuando miré hacia tierra, vi que dos hombres desaparecían mientras corrían aterrados. Yo no sabía qué hacer, pues en ese momento no comprendía lo que estaba pasando. Habían transcurrido unos pocos minutos cuando aquella bruma verdusca comenzó a dispersarse y sin zumbidos ni manifestación alguna que lo anunciase, el crucero comenzó a materializarse de nuevo, desde la popa a la proa, como había ocurrido en el instante en que se hizo invisible. Pude observar que los hombres que estaban en cubierta sufrían fuertes convulsiones; más tarde supe que varios habían desaparecido y que nunca más se volvió a saber de ellos. Ese instante repercutió negativamente en la mayoría de quienes estuvieron involucrados en ese experimento y muchos perdieron la razón, padecieron alucinaciones o sufrieron horribles dolores y enfermedades.

A mí también me afecto Ese campo eléctrico que se formó en torno de la nave cayó también sobre una parte de nuestro barco. Era como una lámina de electricidad pura. La corriente tenía tanta potencia que casi me hizo perder el equilibrio. Por suerte no quedó con todo el cuerpo dentro de esa corriente, pues de haberlo hecho me hubiese tirado sobre la cubierta. Sólo alcanzó a tocarme el brazo derecho, y era tan denso ese campo que me dió un gran golpe y todo el costado me quedó dolorido. Aún me pregunto por qué no fui electrocutado por esa lámina de electricidad. Supongo que fue porque yo tenía las botas de goma puestas, como el resto de la tripulación, por orden de los ofíciales superiores.

Fue un momento horrible, y sólo mucho más tarde me di cuenta de que aquel día la ciencia había dado un gran paso, y que la Marina, temerosa de las consecuencias de un experimento que había salido de control y matado a varias personas, trató de ocultar por todos los medios.'

Las Cartas que Envió Allende
La historia del Experimento Filadelfia se basa, sobre todo, en la información contenida en dos cartas enviadas en 1956 por Carlos Allende (Carl Allen) a Morris Jessup. Decía, en síntesis, que en 1943 la marina de los Estados Unidos había estado experimentando con una serie de aparatos derivados de las teorías de Albert Einstein sobre el Campo Unificado para hacer que sus barcos -por medio de una gran fuerza magnética- resultaran invisibles a los radares enemigos, al mismo tiempo que se volvieran inmunes a la acción de las minas magnéticas de los alemanes y de los torpedos de los submarinos enemigos.Estimado doctor Jessup:
Su invocación al público para que se mueva en masa sobre sus representantes y haya así suficiente presión colocada en un correcto y suficiente número de lugares donde pueda ser aprobada una ley para que la Teoría del Campo Unificado del doctor Albert Einstein (1925-27) sea puesta en práctica no es nada necesaria.

Se usaron los "resultados" de mi amigo Dr. Franklin Reno... Los resultados fueron y son hoy prueba de que la Teoría del Campo Unificado hasta cierto punto es correcta... El "resultado" fue la completa invisibilidad de un barco, tipo destructor, y toda su tripulación. Estaba navegando. (Oct. 1943). El Campo fue efectivo en una forma esferoidal oblata que se extendía cien yardas (más o menos, debido a la posición lunar y latitud) fuera de cada lado del barco. Cualquier persona dentro de esa esfera se volvía de forma vaga pero él también observó a esas personas a bordo de ese barco como si ellas también estuvieran en el mismo estado y sin embargo estuvieran andando sobre nada. Cualquier persona fuera de esa esfera no podía ver nada, salvo la forma claramente definida del casco del barco en el agua...
Quedan muy pocos de la tripulación experimental original ahora, Señor. La mayoría enloqueció, uno salió a través de la pared de su alojamiento a la vista de su mujer e hijo y otros 2 miembros de la tripulación (No volvió a ser visto), dos "se fueron al Fuego" o sea se inmovilizaron y se incendiaron mientras llevaban unas brújulas comunes... (ardieron 18 días)... El experimento fue un éxito completo. Los hombres fueron fracasos completos.
Revise periódicos de Filadelfia buscando un parrafito (parte superior de la hoja, interior del periódico cerca del tercio final del periódico, 1944-46 en primavera u otoño o invierno, no en verano) de una noticia describiendo las acciones de los marineros después de su viaje inicial. Asaltaron un local en el astillero de la Marina "Gin Mill" o "Beer Joint" y causaron tanta conmoción y parálisis de las camareras que poco de comprensible se les pudo sacar, que el párrafo y el que lo escribió No Lo cree, y dice "Sólo escribí lo que oí y esas mujeres están locas..."
Le pido que haga este poco de investigación sólo para que se trague la lengua cuando recuerde lo que "pidió que se haga ley".
Muy irrespetuosamente suyo, Carl M. Allen
P.S. Ayudaré más si usted ve que puedo. (Z416175)

Días después:
Notas en adición y pertenecientes a la misiva...
Quiero mencionar que de algún modo también el Barco Experimental desapareció del muelle de Filadelfia y muy pocos minutos después apareció en otro muelle en Norfolk, Newport News, en la zona de Portsmouth. Éste fue señalado y claramente identificado como el lugar pero entonces el barco, de nuevo desapareció y volvió a su muelle de Filadelfia en sólo unos pocos minutos o menos. Esto también fue notado en los periódicos. Pero he olvidado en qué periódico lo leí o cuándo pasó. Probablemente al final de los experimentos. Podría haber sido en 1956, después de que terminaran los experimentos, no lo puedo decir con seguridad.
Muy sinceramente,
Carl M. Allen

Estimado señor Jessup:
Me pide lo que es equivalente a pruebas positivas de algo que sólo la duplicación de los dispositivos que produjeron "este fenómeno" podrían darle... Nunca podré satisfacer esa actitud... Puedo ser de alguna ayuda positiva para usted en mi mismo pero para hacerlo requeriría un Hipnotizador, Pentotal Sódico, un grabador y una excelente dactilógrafa para producir material de valor para usted...

Soy un contemplador de las estrellas Sr. Jessup. No lo disimulo y el hecho de que... estoy seguro de que el hombre irá adonde ahora sueña con estar... hacia las estrellas vía la forma de transporte con que tropezó accidentalmente la Marina (para consternación suya) cuando su barco exp. despegó y apareció un minuto después más o menos a varios cientos de millas marinas de distancias... Quizás la Marina ya haya usado este accidente de transporte para construir sus OVNIS. Eso es un avance desde todos los puntos de vista. ¿A usted qué le parece?????
Muy respetuosamente, Carl Allen.


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        TEORIA DE LA CONSPIRACION                                                                                      ...